ERES CELÍACO, VIVE.

ERES CELÍACO, VIVE.

Después de bastantes años de experiencias, en mi caso con un hijo celíaco, y de poder compartirlas con mucha gente que también es celíaca o convive con una persona celíaca me he dado cuenta que en el fondo, o al menos en mi caso, ha sido como un regalo, una segunda oportunidad que nos ha dado la vida para disfrutarla y darnos cuenta de lo que realmente es importante y de lo que no.

Aunque puede parecer extraño esta forma de pensar cada persona lleva su enfermedad o la de un ser querido a su manera y estas enfermedades nos hacen reflexionar mucho sobre las cosas importantes de la vida. Cuando te pasas casi un año sin saber que le pasa a tu hijo de 4 años que está continuamente enfermo y cada vez va a peor ya te esperas lo peor. En nuestro caso fue así, pero tuvimos mucha suerte nuestro hijo sólo era celíaco. Con una dieta adecuada podría vivir tantos años como cualquier otro, sólo tenía que cambiar su alimentación. Fue un regalo para nosotros, no tenía ninguna temida enfermedad terminal.

Desde entonces intento con todas mis fuerzas hacer más fácil la vida de mi hijo y de todos los celíacos que conozco. Si me preguntan les digo que han tenido mucha suerte ya que esa enfermedad no les va a impedir vivir y disfrutar de la vida con sus seres queridos. Sólo han de cambiar su dieta y algunas costumbres.

Al principio cuando te informas sobre esta enfermedad, que no es tan conocida como parece, te quedas un poco sobrepasado por todas las cosas que te van a cambiar en la vida pero después poco a poco descubres que te acostumbras y cada vez es más fácil.

Dieta sin gluten:

Suena muy dramático y asusta pero al final es mucho más sencillo de lo que parece ya que hay una gran variedad de comida sin gluten y cada vez podemos encontrar o preparar recetas sabrosas sin ese ingrediente. También cada vez encontramos más obradores, cafeterías, restaurantes, etc. que ofrecen la posibilidad de comer sin gluten con cierta seguridad.

Contaminación cruzada:

Es la bestia negra de la celíaquia; la contaminación cruzada es lo que más teme un celíaco cuando sale de su casa e intenta llevar una vida normal y comer en un bar, restaurante, tomar algo en una cafetería, etc. Hay muy poca información al respecto para el público en general y por tanto los celíacos se mueven en aguas pantanosas cada vez que salen. Te pueden ofrecer comida que no tiene gluten en bares, restaurantes, etc pero puede haber contaminación cruzada si manejan tanto comida con y sin gluten y las consecuencias pueden ser terribles. En este punto he de decir que todavía falta mucho camino por andar y mucha información por difundir para poder normalizar esta enfermedad y que tanto los enfermos como el resto de la población sepan como actuar al respecto. Aunque parezca increíble, al final también te acabas medio acostumbrando y te las arreglas para sobrevivir.

Una vez que ya hemos arreglado nuestra dieta y tenemos en cuenta la contaminación cruzada viene el reto más difícil: vivir. Dejar de compadecerte, dejar de ser negativo, vivir con miedo, no salir o socializar por si te pones enfermo, en definitiva deja de pensar como un enfermo.

Eres celíaco, vive:

No te dejes vencer por el miedo, por ser diferente, por no poder hacer lo que todos y busca la forma de adaptarte al entorno y hacer que el entorno se adapte a ti. Habla con tus amigos, explícales tus circunstancias especiales para que puedan saber lo que han de hacer y así los implicas y te implicas en la solución, en vivir y disfrutar de la vida. No te amargues por no poder comer la tarta en un cumpleaños, o por no poder comer un plato de fideuá por que no se han acordado de que eres celíaco. Usa la imaginación y si no puedes comer una cosa, pides otra, pero no te pierdas la fiesta. Aprende a cocinar para poder tener una variedad de recetas sabrosas sin gluten e invita a tus amigos para que vean que además de saludable también está deliciosa la comida sin gluten.

Usa tu imaginación para poder disfrutar del regalo de la vida. Piensa que te ha tocado una enfermedad que tiene fácil solución, que no es de morirse si llevas cuidado con tu dieta y que te va a permitir conocer a tus nietos por lo que deja de pensar en negativo. Pero sobre todo se agradecido ya que la vida te dio un susto o advertencia con esta enfermedad para que te cuides pero te ha dado una segunda oportunidad de vivir.

Aprovecha esa oportunidad, se positivo, piensa que no todos tienen tanta suerte como tu y no les dan esa segunda oportunidad para aprender a cuidarse y a valorar lo que tienes, hay quien no le toca una enfermedad tan buena y lo tiene peor. Tu has tenido mucha suerte: sólo eres celíaco, no lo olvides y vive, se feliz.



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